Rebelle

Título original: Rebelle

Duración: 1 hr 29 mins

País: Canadá

Año: 2012

Reparto: Rachel Mwanza, Serge Kanyinda, Alain Lino Mic Eli Bastien, Mizinga Mwinga, Ralph Prosper, Alex Herabo, Starlette Mathata, Jean Kabuya, Sephora Françoise, Jonathan Kombe

Género: Drama.

Mi puntuación: 6 / 10

Trailer subtitulado en inglés:

Siguiendo con el análisis de los largometrajes que optan a llevarse algún Oscar el próximo día 24, hoy voy a escribir sobre una de las nominadas a ‘Mejor película de habla no inglesa’, la canadiense Rebelle, escrita y dirigida por Kim Nguyen.

La acción nos transporta a un país de África (no dice cuál), y nos cuenta la historia de Komona, una niña que a los 12 años es apresada por un grupo de rebeldes y obligada a convertirse en soldado, entre otras cosas. Al poco de pasar a formar parte de ese ejército adquirirá reputación de «bruja», ya que dice ver fantasmas en la selva. Esto es considerado como un símbolo de buena fortuna y de protección por el líder de los rebeldes, y por ello la toma bajo su custodia.

La película arranca de forma directa y bastante dura, siendo un drama tremendamente veraz que muestra cómo es la vida desde los ojos de un niño (niña esta vez) soldado, una realidad que no por conocida deja de ser menos desgarradora. El problema es que pronto pierde fuelle, al añadir a ese drama el toque de la brujería, los fantasmas y demás supersticiones. Está claro que son temas que en África tienen mucha más trascendencia que aquí, pero en la película desentonan. No poco porque sean más o menos creíbles, sino porque en mi opinión ralentizan la historia de forma innecesaria provocando que su tramo central resulte bastante aburrido e incluso redundante en sus ideas. La secuencia de la búsqueda del gallo blanco puede que sea el ejemplo más claro de esto: al principio es curiosa, pero termina alargándose y, lo que es peor, dejando la sensación de que solo hemos visto minutos de relleno.

Por fortuna la cinta no termina de naufragar totalmente en ningún momento, ya que de vez en cuando sacude al espectador con escenas sobrecogedoras, que aunque no sean muy explícitas estremecen igual. Y también hay que destacar algunos momentos que nos transmiten un mínimo de esperanza, como los que nos enseñan que incluso en ambientes tan terribles hay un pequeño espacio para que dos chavales se enamoren y sean felices por un rato.

Los desconocidos actores (muchos de ellos debutantes) cumplen, principalmente una convincente Rachel Mwanza en el papel de Komona (actuación por la que se llevó el premio a la mejor actriz del Festival de Berlín del año pasado), aunque se echa en falta un poco más de intensidad en algunos actos. El recurso de la voz en off de la niña protagonista (por cierto, la voz la pone Diane Uwamahoro, no Rachel Mwanza) no llega a molestar, aunque se abuse bastante de él; y la opción de rodar con la cámara en mano parece bastante justificada en esta ocasión, ya que le da mayor realismo a lo que estamos viendo y transmite un poco el nerviosismo y el miedo de los niños. La ambientación es perfecta, y la buena música africana ayuda a que así sea.

Es una película interesante y en cierto modo original, aunque yo me esperaba otra cosa, sobre todo tras ver sus primeros minutos. Pero me ha parecido bastante inferior a sus rivales en la lucha por el Oscar: Kon-Tiki, No, y sobre todo, Amor. Todavía tengo pendiente la danesa Un asunto real, espero verla en breve y comentarla aquí.