Título original: Take shelter
Mi puntuación: 7,5 / 10
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Trailer oficial (subtitulado en español):
Durante este mes llegarán a nuestras pantallas los últimos trabajos de prestigiosos directores como Terrence Malick, Gus Van Sant o Thomas Vinterbergh, entre otros. Además, como ya señalé en la entrada en la que hablaba de los estrenos de abril, también podremos ver la nueva película (Barro) del menos conocido Jeff Nichols, un director que con solo dos largometrajes de corte independiente a sus espaldas ya ha llamado y mucho la atención. Sobre todo con esta extraña cinta de la que voy a escribir hoy, que en 2011 se llevó el Premio de la Semana de la Crítica en Cannes.
La historia gira en torno a la figura de Curtis (Michael Shannon), un hombre que vive en un pequeño pueblo de Ohio con su mujer (Jessica Chastain) y su pequeña hija, sorda de nacimiento (Tova Stewart). Su vida transcurre de forma aparentemente rutinaria hasta el día en el que comienza a sufrir una serie de pesadillas apocalípticas. Cada vez más preocupado y atormentado por ellas, pero soportándolas por su cuenta para no inquietar a su familia, decide iniciar la construcción de un refugio anti-tornados. Pero esto no evita que su nivel de obsesión sea cada vez mayor, llegando incluso a dudar de si lo que ve es real o fruto de su imaginación.
Creo que el adjetivo que mejor definiría a esta película sería «desconcertante». Se trata de una propuesta curiosa, diferente a lo que solemos ver habitualmente, con hechuras de thriller psicológico en el que se mezclan momentos de gran tensión con otros mucho más pausados, salpicados con algunos tintes sobrenaturales y hasta ciertos toques de terror. Y, junto a ellos, otras muchas secuencias de drama puro y duro. Pero siempre con la duda constante de si lo que sufre el protagonista es esquizofrenia, o tan solo se trata de «simple» paranoia… o ninguna de las dos cosas.
Esa es su gran baza y lo que hace que el espectador mantenga su interés en lo que está viendo, ya que es difícil predecir qué es lo que puede pasar a continuación o por dónde van a ir los tiros. Creo que no exagero demasiado si afirmo que es una de las historias más imprevisibles que he podido ver en los últimos años.
Pero esto a su vez también es lo que la termina lastrando, ya que llega un punto en el que parece que ni el propio Nichols (que además de director ejerce de guionista) sabe por dónde seguir, si optar por el camino más psicológico y realista, o por el lado más fantástico. Así que la cinta concluye dejándonos un sabor un tanto agridulce, con un final impactante pero ambiguo y abierto a la libre lectura que quiera darle cada uno (algo que generalmente no me suele gustar ni convencer demasiado).
Todo ello se sostiene en torno a la portentosa actuación de Michael Shannon, posiblemente uno de los actores más infravalorados del cine americano, a pesar del reconocimiento que está logrando gracias a su buen hacer en la serie Boardwalk Empire. Bien es cierto que tiene la “ventaja” de tener un rostro peculiar, pero sus gestos y, sobre todo, su mirada desprenden una fuerza y una garra tremendas en algunas escenas, mientras que en otras se muestra nos como una ser totalmente frágil y vulnerable. Justo lo que requiere un personaje como el suyo, con una psicología tan complicada de escenificar.
A su lado una Jessica Chastain que, para mí, antes de ver esta película, debería haber sido la ganadora del Oscar a la mejor actriz secundaria en 2011 por su papel en (la absurdamente traducida) Criadas y señoras (The help), en lugar de su compañera de reparto Octavia Spencer. Digo antes de ver esta película porque aquí nos regalaba otro papelón, mucho más contenido y sobrio que el que interpretaba en aquella pero no por ello menos meritorio; al contrario, nos daba una muestra aún mayor de lo buena actriz que es. Y eso que hasta ese año yo no la conocía, pero a partir de entonces no ha parado de ofrecernos grandes interpretaciones en las (numerosas) películas en las que ha participado.
En conclusión, estamos ante una película singular, atípica, que te deja con sensaciones un tanto contradictorias pero que, pese a no estar bien rematada, creo que merece la pena ver porque refleja francamente bien ese estado de casi locura o alucinación que constantemente bordea su protagonista. Esto es algo realmente difícil de transmitir, no son pocas las cintas que han fracasado en el intento.
Y como la obra con la que debutó, Shotgun stories, también me pareció bastante recomendable, espero que la ya mencionada Barro esté como mínimo a la altura de ellas. Podremos comprobarlo en nuestros cines a partir del viernes 26.
Toma primera 
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