Título original: Les misérables
Mi puntuación: 6 / 10
Trailer oficial subtitulado:
Una de las cintas que pueden llevarse más estatuillas en los Oscar (suma 8 nominaciones, entre ellas la de Mejor película) es este drama que adapta la famosa novela de Victor Hugo. O mejor dicho, que lleva al cine el exitoso musical basado en dicha obra.
La popular historia nos traslada a la convulsa Francia de los años posteriores a la Revolución, y muestra la rivalidad que durante varias décadas mantienen Valjean, un ex-convicto que intenta rehacer su vida de forma honesta (interpretado por Hugh Jackman), y Javert, un implacable inspector de policía que le busca sin descanso (Russell Crowe).
La verdad es que tenía muchas dudas antes de verla, ya que varias personas me habían comentado que «se pasan toda la película cantando», algo que unido a su larguísima duración (más de 2 horas y media, siguiendo la tendencia de muchas de las cintas importantes del año pasado: Lincoln, Django desencadenado, La noche más oscura, etc.) me echaba muchísimo para atrás. Y quizás por esas pocas expectativas me ha gustado más de lo que esperaba.
No es que me haya parecido una gran película, porque es cierto que el exceso de canciones hace imposible que la tensión sea constante y provoca que haya momentos realmente aburridos (sobre todo en su segunda mitad), pero me ha resultado como mínimo curiosa de ver. Aunque no me cabe ninguna duda de que si hubiera optado por alternar algunos diálogos hablados entre tanta canción, al estilo de Moulin Rouge o Cantando bajo la lluvia (por citar un ejemplo actual y otro clásico de buen cine musical), podría haber sido mucho mejor, porque había recursos materiales y humanos en abundancia para lograrlo.
También se hecha en falta alguna que otra coreografía, ya que realmente más que una película musical parece una tragedia cantada por los actores mientras el director nos muestra primeros planos suyos. Asimismo hay un abuso de movimientos de cámara bastante mareantes en ocasiones, lo que hace que la cinta resulte demasiado estridente en líneas generales. Así que la sensación que me ha dejado es que se trata de una oportunidad «desaprovechada» por el británico Tom Hooper (conocido por El discurso del Rey y autor de esa pequeña joya futbolera que es The Damned United) para haber hecho algo memorable.
Pero no todo son fallos, por supuesto. Hay que reconocer que, pese a todo lo excesiva que resulta y a pesar de tener un guión lleno de altibajos en los que se su alternan pasajes muy interesantes con otros que parecen de relleno, logra mantener un mínimo nivel de atención por parte del espectador y contiene algunas situaciones realmente emocionantes. Y por supuesto, hay unas cuantas escenas musicales muy logradas (aunque no todas son buenas, ni mucho menos).
Los intérpretes también están más que acertados, sobre todo un apasionado Hugh Jackman que ha obtenido una justísima nominación al Oscar a Mejor actor principal. Otra que está nominada, en su caso como Mejor actriz de reparto (es la favorita a llevarse el premio), es Anne Hathaway, una actriz que poco a poco va mejorando con cada película que hace. Sobre la actuación de Russell Crowe había leído bastantes críticas, pero a mí me parece que cumple perfectamente en su papel de villano, no entiendo por qué está recibiendo tantos palos. Y el que sorprende gratamente es el joven Eddie Redmayne, conocido por ser uno de los protagonistas de la serie Los pilares de la tierra, pero que hasta ahora no parecía un actor excesivamente carismático ni talentoso. Aquí en cambio convence plenamente y casi diría que hasta conmueve en alguna de sus escenas. En general, interpretativamente hablando al reparto no se le pueden poner muchas objeciones; y en cuanto a la capacidad para cantar de los actores, como es algo de lo que no tengo ni idea, no me ha parecido que ninguno desentone (nunca mejor dicho) en exceso.
La ambientación es fabulosa, ya que tanto los decorados como los vestuarios y el maquillaje son perfectos. Y qué decir de la banda sonora (y no me refiero solo de las canciones que cantan los actores, también a la propia música que las acompaña). Por tanto, las nominaciones que ha obtenido en las categorías técnicas (sonido, canción, maquillaje, vestuario y dirección artística) son incuestionables, y puede que se lleve un puñado de estatuillas gracias a ellas.
En definitiva, podría haber sido mucho mejor… pero siendo sinceros, también podría haber sido peor. No es una propuesta fácil de ver por su larga duración, por el hecho de que apenas tenga diálogos (hablados) y por su recargado aspecto visual, pero aún con todos estos inconvenientes logra entretener durante la mayor parte de su metraje, lo cual ya es algo a tener en cuenta.
Una vez matamos al Rey. Intentamos cambiar el mundo demasiado rápido, y ahora tenemos otro Rey que no es mejor que el anterior.
Esta es la tierra que luchó por la libertad; ahora cuando luchamos lo hacemos por el pan.
Es lo que tiene la igualdad: todos somos iguales cuando estamos muertos.
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Con esta ya he visto y comentado en el blog las 9 candidatas a llevarse el Oscar a la Mejor película, y no creo que haya una gran favorita a llevarse el premio. Para mí, las dos mejores son sin duda Django desencadenado y Amor, pero me parece casi imposible que alguna de ellas lo gane (la de Tarantino por ser demasiado «incorrecta» y la de Haneke por ser europea cuando el año pasado ya se alzó con el premio la francesa The artist). Todo hace indicar que las dos que más opciones pueden tener son El lado bueno de las cosas y Argo, a pesar de que Ben Affleck no está ni siquiera nominado como Mejor director y normalmente ambos premios suele llevárselos la misma película. Aunque tampoco descartaría a Lincoln por la tendencia que tienen los académicos a compensar a directores que suman varias nominaciones sin premio. Pero todo esto no son más que conjeturas y habrá que esperar al domingo 24 de febrero para ver cuál es la gran triunfadora.
Toma primera 